@CLCuevas_escritora

El hombre que amaba a los perros – Leonardo Padura

Santander 30 de marzo 2.022

     En los últimos años he leído poco, debo confesarlo, la familia, el trabajo, los compromisos sociales, la dichosa falta de tiempo. Estos pocos libros elegidos siempre trataba de que fueran “asequibles” dentro de mis gustos, es decir, no muy largos, no muy densos, no muy sesudos. No fuera a ser que en una de estas muriera en el intento de llegar al final o que pasadas las primeras quinientas hojas pensara que había perdido el tiempo. Pero llegados a los cincuenta, porque todo llega en esta vida, toca darle la vuelta a la rueda. Así que he decidido volver a los orígenes y retomar otra vez el tiempo que hace falta para disfrutar de una buena lectura. Para encontrar esos pequeños tesoros que a veces encierran los libros -largos o cortos- y que hacen que al acabar ya no seamos los mismos que habíamos empezado. Esa es la verdadera magia de la literatura y tenía ganas de sentirla otra vez. El libro elegido fue una recomendación de una persona en cuyo gusto literario confío bastante y la verdad es que no me ha decepcionado.

     Ahí va mi opinión sobre “El hombre que amaba a los perros” de Leonardo Padura.

     En el libro este escritor  cubano vivo nos habla, no de uno, sino de tres hombres que amaban a los perros y no tuvieron que pasar muchas páginas para que me enganchara a la penosa vida de Ivan Cárdenas en la Cuba de los años setenta. Después asistí al largo exilio que Stalin le impuso a Trotski, a los tristes episodios de la guerra civil española vividos por el comunista Ramón Mercader, hijo de una familia bien de Barcelona y, finalmente, al largo proceso que le convirtió en un sicario de la GPU estalinista.

En sus más de setecientas páginas Padura no solo habla de la muerte de Liev Davídovich (Trostki) a manos de este español, uno de los crímenes más significativos del siglo XX, sino que nos muestra un cuadro perfecto de este periodo crucial de la historia. En un magnífico ejercicio de documentación va haciéndonos entender página a página los entresijos de la Revolución Bolchevique, de la Segunda Guerra Mundial, de la Guerra Civil española y del “periodo especial” cubano. Y parece mentira que en este nuevo siglo que estamos viviendo todo sea tan real y tan cierto como hace cien años.

Como escritora no puedo más que congraciarme con el esfuerzo, casi titánico diría yo, de este escritor a quien ya siento como alguien cercano. Me emocioné realmente al leer el último párrafo de unos largos agradecimientos, en el que concluye su obra de la siguiente manera:

     “… pero que, sobre todo, me soportó estos cinco años de tristezas, alegrías, dudas y miedos, en que dediqué mañanas, tardes, noches y madrugadas a gestar, dar forma y sacarme de dentro esta historia ejemplar de amor, de locura y de muerte que, espero, aporte algo sobre cómo y por qué se pervirtió la utopía.”

Es un libro denso, pero para nada aburrido, sino todo lo contrario, apasionante desde la primera hasta la última hoja. Lo recomiendo sin duda. Si tuviera que darle una puntuación numérica (que no suele gustarme) sería la máxima.